Los investigadores que previamente desarrollaron una receta para convertir las células de la piel en células primitivas parecidas a músculos que pueden mantenerse indefinidamente en el laboratorio sin perder el potencial de convertirse en músculos maduros, ahora han descubierto cómo funciona esta receta y qué cambios moleculares desencadena dentro de las células.

Konrad Hochedlinger Ph D

La investigación, dirigida por científicos de la Escuela de Medicina de Harvard en el Hospital General de Massachusetts y publicada en  Genes & Development , podría permitir a los médicos generar células musculares adaptadas al paciente para ayudar a tratar lesiones musculares, degeneración muscular relacionada con el envejecimiento o afecciones como la distrofia muscular.

Se sabe que la expresión de un gen regulador muscular llamado  MyoD  es suficiente para convertir directamente las células de la piel en células musculares maduras; sin embargo, las células musculares maduras no se dividen ni se renuevan por sí mismas y, por lo tanto, no pueden propagarse con fines clínicos.

“Para abordar esta deficiencia, desarrollamos un sistema hace varios años para convertir las células de la piel en células musculares que se renuevan a sí mismas y que acuñamos células progenitoras miogénicas inducidas, o iMPC. Nuestro sistema utiliza  MyoD  en combinación con tres sustancias químicas que identificamos previamente como facilitadores de la plasticidad celular en otros contextos ”, explicó el autor principal Konrad Hochedlinger , profesor de genética en HMS e investigador principal en el Centro de Medicina Regenerativa del MGH.

comprender como se forman los tejidos y como se pueden reparar en situaciones de lesiones y enfermedades

En este último estudio, Hochedlinger y sus colegas descubrieron los detalles detrás de cómo esta combinación convierte las células de la piel en iMPC.

Descubrieron que, si bien la   expresión de MyoD por sí sola hace que las células de la piel adquieran la identidad de las células musculares maduras, la adición de los tres productos químicos hace que las células de la piel adquieran un estado más primitivo similar al de las células madre.

Es importante destacar que las iMPC son molecularmente muy similares a las células madre del tejido muscular, y las células musculares derivadas de las iMPC son más estables y maduras que las células musculares producidas solo con la expresión de MyoD.

«Mecánicamente, demostramos que  MyoD  y los productos químicos ayudan a eliminar ciertas marcas en el ADN llamadas metilación del ADN», dijo el autor principal Masaki Yagi , investigador en Mass General.

«La metilación del ADN normalmente mantiene la identidad de las células especializadas, y demostramos que su eliminación es clave para adquirir una identidad de célula madre muscular», dijo Yagi.

Hochedlinger señaló que los hallazgos pueden ser aplicables a otros tipos de tejidos además del músculo que involucran diferentes genes reguladores.

La combinación de la expresión de estos genes con las tres sustancias químicas utilizadas en este estudio podría ayudar a los investigadores a generar diferentes tipos de células madre que se asemejen mucho a una variedad de tejidos del cuerpo.

El estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud, el Hospital General de Massachusetts y la Cátedra Gerald R. y Darlene Jordan de Medicina Regenerativa.

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