- ALGO ESTA CAMBIANDO, EDUCACION ON LINE
- La crisis sanitaria está sacando lo mejor de nosotros. Son múltiples los ejemplos de generosidad de empresas, instituciones y ciudadanos que, dejan todo de lado, para volcarse en los demás, nuestra sociedad RESPONDE.
Leer más Estimados amigos, La Universidad de Málaga inicio en España una accion solidaria, consiste en intentar conseguir que todos los estudiantes vulnerables tengan las mismas posibilidades en un nuevo mundo TIC y evitar una brecha social a causa de la pandemia que padecemos, muchos estudiantes que no tienen ni conectividad, ni equipamiento, para adaptarse a un inminente mundo on line. Revista Nuve se adhiere a esta iniciativa de forma completamente altruista y solicitamos apoyo de todos los medios de comunicación y empresas Benefactoras del sector de Telefonía y Tecnológicas que deseen ayudar a hacer nuestro nuevo mundo post-coronavirus más igualitario. Las Universidades que han respondido rápidamente en España de donde proviene la idea, son: Todos han respondido con ayudas a sus estudiantes con medios propios, lo que supone un enorme esfuerzo y reducir de otras partidas necesarias. Revista NUVE se ha hecho eco de su gestión , solidariamente. Compañeros de los medios de comunicación hispanoparlantes, hacer que esta idea sea algo vuestro , apoyar por favor, dando difusión a esta magnífica idea y a sus benefactores. El objetivo es acción rápida y directa del benefactor a la Universidad que reparte entre sus alumnos: Los medios de comunicación somos imprescindibles, intervenimos en la gestión de unir a las Universidades de cada Pais para que soliciten el apoyo juntos, por tanto, no importa cuantos medios intervengamos en apoyo de la idea. Todos somos necesarios. Contacto NUVE: lucio@revistanuve.com


- Ayudar a la población más vulnerable a superar los efectos del coronavirus
CEPAL propone avanzar hacia un ingreso básico para ayudar a la población más vulnerable a superar los efectos del coronavirus
El investigador de Stanford visualiza el paisaje energético y medioambiental después de COVID-19
·Leer más Las emisiones globales de dióxido de carbono han disminuido drasticamente a raíz de COVID-19. Un nuevo estudio señala dónde ha disminuido más la demanda de energía, estima el impacto en las emisiones anuales y señala el camino hacia un futuro menos contaminado. POR ROB JORDAN Instituto Stanford Woods para el Medio Ambiente A medida que las personas se refugian en el lugar para desacelerar la propagación de COVID-19, las emisiones diarias de dióxido de carbono (CO 2 ) han disminuido hasta en un 17 por ciento a nivel mundial, según un nuevo estudio del Global Carbon Project , una iniciativa dirigida por un científico de la Universidad de Stanford Rob Jackson . Publicado en Nature Climate Change , el documento recopila políticas gubernamentales y datos de actividades para determinar dónde ha disminuido más la demanda de energía y para estimar el impacto en las emisiones anuales. Jackson, profesor de ciencias del sistema terrestre en la Escuela de Ciencias de la Tierra, Energía y Medio Ambiente de Stanford (Stanford Earth), ve en los hallazgos del estudio los contornos de una economía más verde y una sociedad más saludable. A continuación, analiza lo que la pandemia actual puede enseñarnos sobre el cambio de comportamiento, iniciar una recuperación y más. ¿El estudio del Global Carbon Project sobre las disminuciones diarias de las emisiones de CO 2 asociadas con COVID-19 revela alguna sorpresa? La caída en las emisiones globales que estimamos este año sorprenderá a algunas personas en ser “solo” del 4 al 7 por ciento porque las reglas de refugio en el lugar son temporales y escalonadas en diferentes países. Pero seguirá siendo la mayor caída de emisiones desde la Segunda Guerra Mundial, aunque por razones indeseables e insostenibles. Más sorprendentemente, las emisiones de EE. UU. Disminuyeron un tercio durante parte de abril, una caída impactante impulsada por la movilidad reducida, la demanda de fabricación y electricidad. ¿Qué nos dice la historia sobre cómo los shocks pasados alteraron las emisiones de combustibles fósiles? Las crisis financieras son de corta duración. La recesión de 2008 redujo las emisiones de CO 2 en un porcentaje y medio a nivel mundial durante un año. Las emisiones aumentaron un cinco por ciento el próximo año como si nada hubiera cambiado, porque no lo hizo, en términos de infraestructura de combustibles fósiles. Por el contrario, los choques petroleros de la década de 1970 fueron específicos de nuestro uso de combustibles fósiles y, por lo tanto, más transformadores. Condujeron a todo, desde autos más pequeños hasta el nacimiento de las industrias solares y petroleras de Alaska. Organizaciones globales, como el FMI y la ONU, han pedido una recuperación postpandémica que aborde la crisis del cambio climático. ¿Cómo venderías esa idea a la persona promedio? Casi $ 50 mil millones de fondos de estímulo después de la recesión de 2008 ayudaron a transformar la energía eólica y solar y la conservación de la energía. Todavía estamos cosechando los beneficios de la energía verde, contratos eólicos y solares históricamente baratos y una industria de energía limpia que emplea a tres millones de estadounidenses. Tenemos la misma oportunidad de remodelar el transporte ahora. Podríamos comenzar liberando los $ 40 mil millones en préstamos a bajo interés actualmente inactivos en los programas avanzados de préstamos para vehículos y energía limpia del Departamento de Energía. Paisaje energético y medioambiental después de COVID-19 ¿Cómo podría afectar esta pandemia a las actitudes y comportamientos de las personas en relación con las actividades productoras de emisiones? Paisaje energético y medioambiental después de COVID-19 COVID-19 puede cambiar los desplazamientos y el transporte de forma permanente. Las ciudades desde Milán hasta Seattle están cerrando millas de calles para traficar permanentemente y abriéndolas a peatones y ciclistas. El teletrabajo, incluso a tiempo parcial, podría ser la nueva normalidad. La congestión del tráfico se ha vaporizado. Los autos eléctricos son rápidos y pueden estar libres de fósiles, cambiando un sector de la economía que ha sido difícil de descarbonizar. Las comunidades desfavorecidas son más vulnerables a COVID-19 y al impacto del cambio climático. ¿Qué podemos aprender de esto y cómo debería informar nuestra estrategia de recuperación en términos de emisiones? La contaminación del aire debilita los corazones y los pulmones y fortalece el virus. Las personas de color y los pobres están muriendo desproporcionadamente por COVID-19. También viven más cerca de las centrales eléctricas de carbón y las autopistas cuajadas de automóviles, las dos mayores fuentes de contaminación del aire que matan a cientos de miles de estadounidenses al año. La energía limpia junto con los autos eléctricos podría darles a todos aire limpio sin refugiarse en casa. ¿Qué le ha mostrado COVID-19 sobre el medio ambiente? La gente se maravilla de lo rápido que se despejó el aire cuando dejamos de conducir. Mi hijo en Los Ángeles llamó y dijo: “¡Papá, los cielos son azules!” El medio ambiente es resistente y las personas también lo son. Pueden venir cosas buenas de COVID-19. Lea el artículo de opinión relacionado de Jackson – “COVID-19 podría transformar permanentemente el transporte” – en Scientific American . Jackson es profesor provisional de Michelle y Kevin Douglas de Stanford y miembro principal del Instituto Precourt para la Energía y el Instituto Stanford Woods para el Medio Ambiente . Para leer todas las historias sobre la ciencia de Stanford, suscríbase al resumen semanal de ciencia de Stanford . .

NUEVE UNIVERSIDADES MEXICANAS unen esfuerzos ante el COVID-19
Con información de CONECTA.
·Leer más Nueve universidades mexicanas que integran la Red de Innovación Educativa (RIE360), entre ellas el Tec, UNAM, IPN, y la UAM, lanzaron un sitio web con recursos educativos para innovar la docencia ante el COVID-19. El objetivo de este sitio es sumar esfuerzos para hacer más fácil y accesible la transición de estudiantes, profesores y profesoras a la enseñanza digital a distancia, con mejores prácticas. En el sitio se pueden encontrar recursos, herramientas y recomendaciones de acceso abierto para desarrollar con éxito programas educativos ante esta emergencia. Tecnológico de Monterrey Universidad Nacional Autónoma de México Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Instituto Politécnico Nacional Universidad Anáhuac México Universidad Autónoma Metropolitana Universidad Autónoma de Nuevo León Universidad de Guadalajara Universidad Iberoamericana Los líderes de diversas universidades mexicanas, cuyas misiones se basan en el desarrollo de la docencia, la investigación y la innovación, se han visto obligados a actuar y a colaborar de manera decidida y audaz ante esta emergencia. Como se ha anunciado estos días, millones de profesores y estudiantes emigraron los cursos presenciales a una modalidad en línea, haciendo uso de distintas plataformas y apoyos tecnológicos. “Todos tenemos que preguntarnos cómo podemos contribuir a buscar nuevos caminos, porque hay que reconocer que con esta contingencia algo cambió para siempre y al final, cuando la superemos, terminaremos siendo diferentes”, comentó Salvador Alva, presidente del Tecnológico de Monterrey. “Solo aquellos que aprendan a adaptarse al cambio y a actuar rápidamente van a sobrevivir”, agregó. La Red de Innovación Educativa es una colaboración estratégica que busca rendir buenos frutos para sus mismas universidades, y para todo el sistema de educación superior del país. Su objetivo es impulsar el desarrollo exitoso de programas educativos y facilitar la transición de estudiantes, profesoras y profesores a la enseñanza a distancia. Visita el sitio y conoce los Recursos Educativos ante COVID-19 aquí. .Las universidades participantes son:
¿Qué es la Red de Innovación Educativa?


TEC, Algo bueno sale de la pandemia y es nuestra capacidad de adaptarnos
El COVID-19 está dejando lecciones de gestión de personal y de estudio a distancia, explican líderes del Tec de Monterrey
Leer más En las organizaciones empresariales y educativas la pandemia está cambiando la forma de mantener el trabajo y las clases, y tenemos mucho que aprender. Aunque el Tecnológico de Monterrey lleva camino andado en la educación en línea, pasar completamente a este recurso tecnológico, por la pandemia, puso el buen ejemplo en la comunidad académica mexicana, y otras universidades y escuelas se sumaron a continuar sus programas vía internet, señalan especialistas del Tec. Esta es solo una parte de cómo nos hemos adaptado a la nueva dinámica de vida en confinamiento. Lee: Así será el mundo cuando podamos volver a salir y besarnos En un webinar con especialistas en negocios y talento, Torre destacó el jueves que la distancia social ayuda a cuidar la salud de los colaboradores de empresas, escuelas y población en general. “Hemos aprendido a tener juntas virtuales y así nos podemos acercar a personas con las que en la vida cotidiana no tenemos contacto, como artistas”, agrega sobre el aprendizaje y beneficios que surgen de la cuarentena en casa. Para Hernán García, vicepresidente de Talento y Cultura del Tec, el apoyo mutuo es un factor que permitirá a las empresas conseguir sobrellevar la contingencia. “Cada organización vive la crisis de forma diferente, mientras que el sector retail está contratando en algunos casos, (los sectores de) construcción, servicios, turismo están vacíos y los hospitales están a tope”, dice. Algo bueno sale de la pandemia y es nuestra capacidad de adaptarnos Algo bueno sale de la pandemia y es nuestra capacidad de adaptarnos Cada industria está tomando medidas para mantener operaciones y muchas piensan en preservar la salud de sus trabajadores con estrategias como el home office. “Algunas empresas mandaron a la gente a su casa y otras tomaron medidas como reducir prestaciones y beneficios, están tomando precauciones por lo que pueda durar la contingencia”, agrega García. Una vez que pase el pico de la pandemia y sea seguro tener mayor actividad fuera de casa, los especialistas creen que deberíamos tener una ‘nueva normalidad’ pues el teletrabajo o las clases en línea son alternativas que deberíamos mantener un muchos casos y pueden ayudar a las empresas a ser más eficientes en sus gastos. “Lo que ya iniciamos es saber cuáles gastos o inversiones no son necesarias y que no agregan valor a los públicos. Esta crisis nos ha dado la oportunidad de replantearnos cada cosa que estamos haciendo (…) les recomiendo a las empresas que hagan un alto en el camino y solo dejar las estrategias que agregan valor, y todo lo demás dejarlo de hacer”, dice García sobre las decisiones económicas que pueden tomar las compañías para continuar con sus operaciones, planes que deben hacer desde ahora. Aunque la pandemia tomó por sorpresa al mundo entero, en México los efectos han sido menos catastróficos porque se ha reforzado la distancia social. “Suspendimos clases antes que nadie el 13 de marzo, eso creó un efecto de ‘bola de nieve’ en más universidades, eso ha sumado a que en Nuevo León no veamos la tendencia progresiva de otros estados”, señala Torre. “Estamos haciendo medidas importantes en México que no nos están situando como lo que ha sucedido en otros países como Italia y Estados Unidos”, agrega. Luego del aislamiento, la implementación de los aprendizajes que se tienen en el confinamiento ayudarán a acelerar la economía. “Es un momento valioso para demostrar qué tan importante es el talento, debemos demostrar qué tan importante (…) Es más fácil decirlo que hacerlo, para demostrarlo debemos eliminar gastos e inversiones no indispensables y para lograrlo hay que involucrar a los empleados en la toma de decisiones, poner herramientas para que continúen laborando. Los líderes necesitan definir la nueva forma de trabajar”, señala García. En este momento lo más importante es preservar la salud, por ello estamos en cuarentena, para evitar salir y tener reuniones con varias personas, lo que impide la propagación del virus. “En Nuevo León hay una presencia muy baja del virus, 2.5% de casos del total del país, (…) desafortunadamente no todo el país está en el mismo nivel de cotingencia, pero la contención ayuda a disminuir los contagios, por ello debemos reforzar las medidas de distanciamiento”, dice Guillermo Torre, rector de Tec Salud.
El plan de reactivación económica
La vacuna del coronavirus
“La vacuna del coronavirus ya la teníamos, y nos la hemos cargado”
Entrevista al investigador del CSIC Fernando Valladares
Leer más Fernando Valladares trabaja en el CSIC. Se licenció hace 30 años con premio extraordinario y se doctoró con el mismo galardón. Tengo la sensación de que en los últimos años se multiplican las enfermedades nuevas. El SARS, el MERS, el ébola, el zika… ¿Tenemos más información o realmente hay más brotes potencialmente peligrosos? Hay más información y más capacidad para detectar patógenos, pero hay muchos más brotes de los que había hace 30 años. Tras esto, hay una combinación de factores. La degradación de los ecosistemas es uno fundamental: una fuente de problemas a muchas escalas. A esto hay que sumar la globalización, que hace que los patógenos viajen y contagien a una velocidad inédita. Ni la globalización es la misma ahora que hace 30 años, ni la población mundial es la misma ni el estado de la naturaleza es igual. Una zoonosis que entonces podía ser local deja de serlo a una velocidad brutal. ¿Qué es la zoonosis? Una zoonosis es una infección humana que tiene origen en un animal, mediada por un patógeno que puede ser una bacteria, un virus, un hongo, etcétera. Si en una ciudad china se produce una zoonosis, como ha ocurrido, la globalización hace potencialmente incontrolable ese brote, a no ser que se tomen medidas drásticas a una velocidad de vértigo. A escala global, es muy difícil. El Gobierno del país en cuestión puede ocultarlo, reaccionar tarde… Hay muchos factores para que una zoonosis puntual tenga hoy consecuencias catastróficas a escala mundial. ¿Se sabe ya cuál ha sido el viaje del coronavirus desde el reino animal a nosotros? Según la literatura científica, lo más probable hoy día es que el virus se haya originado en el murciélago. Allí ha estado mucho tiempo y ha podido evolucionar. El coronavirus específico que nos está afectando no es exactamente igual, ha mutado en otras especies animales intermedias. No se sabe exactamente cuántas y cuáles. Es una investigación tan apasionante como difícil, casi hay que cantar bingo, porque estudias el parentesco filogenético y te haces con una lista de sospechosos, pero luego has de dar con un ejemplar concreto que tenga el virus. No, claro que no. Es exactamente así. Primero, el que ha buscado el contacto con el animal no ha sido el animal. Segundo, en muchos de los casos, el animal es infeccioso porque lo hemos fastidiado. ¿El virus es parte del ecosistema? Sí. Tenemos que insistir muchísimo en que virus y patógenos hay por todos lados. Hay en el ladrillo de la entrada de mi casa, en una explotación forestal, en nuestras mascotas. Nunca vamos a poder matarlos a todos: no podemos matar a todos los murciélagos, a todos los pangolines, a todas nuestras mascotas, ¡a los ladrillos! Los virus están ahí. Lo que importa es en qué cantidad, y si estamos aumentando las posibilidades de que patógenos nuevos, para los que nuestro sistema inmune no está preparado, de pronto entren en juego. Si no es este virus, habrá otros. La cuestión no es “muerto el perro se acabó la rabia”, porque vendrá otra cosa, y lo transportará el gato, o el ratón. Demonizando bichos no vamos a arreglar nada. Podría sonar paradójico, pero ¿a más especies animales menos posibilidades de que un animal nos pase un virus? Sí. Lo que necesitamos son muchos bichos. Es el cambio de paradigma en el que yo quiero insistir. Vemos las selvas y otros parajes naturales salvajes con un temor ancestral. Nos parecen muy peligrosos para la especie humana respecto de las enfermedades. Pueden serlo, desde luego: puedes pillar un patógeno raro allí, pero esto sería una circunstancia muy local. Sin embargo, este proceso empieza a ser peligroso para la humanidad cuando los contactos aumentan de forma masiva. No es lo mismo que vaya un pequeño grupo de investigadores a la selva que grupos de turistas en autobús. Todas estas actividades llevan consigo una degradación del hábitat. Si tienes que hacer una carretera para llegar, empiezas a perder especies en el camino. Y aquí es donde entran los mecanismos que yo comento: la biodiversidad, un sistema natural rico en especies, nos protege; su degradación nos amenaza. ¿Cómo nos protege la biodiversidad, exactamente? Cuando hay muchas especies distintas, animales grandes y pequeños, carnívoros y herbívoros, mamíferos y reptiles, etc., se establecen relaciones de competencia, de depredador y presa, parasitismos, etcétera. Esta diversidad de interacciones hace que unas especies controlen a otras y regulen su población. Bien: ahora estamos en un escenario en el que no sabemos cuántos hospedadores hay para este virus. Pero sí sabemos que, en un sistema rico en especies, ningún hospedador favorable para el virus va a sufrir una explosión demográfica, porque su población está controlada por las otras. En cambio, si desaparecen especies, se puede dar la mala casualidad de que empiece a aumentar demográficamente una especie que es portadora de un patógeno potencialmente malo para nosotros. De manera que el primer nivel en que nos protege la biodiversidad es este: grupos de especies que controlan grupos de especies en un equilibrio. ¿Es lo que usted llama “dilución de la carga vírica”? Está relacionado, pero es distinto. Hay muchas especies potencialmente portadoras del virus, pero has de pensar que no en todas las especies el virus va igual de bien. En algunas, donde el virus va un poco peor, se produce un efecto cortafuegos. Esto se ha visto ya con evidencias. Siempre pongo el ejemplo de la enfermedad de Lyme, en este caso una bacteria, en la Costa Este de América del Norte. Esta enfermedad la transmiten las garrapatas, pero para ello tienen que estar un tiempo chupándole la sangre a algún mamífero. Entre los animales que tenían esta bacteria, y por tanto se la pasaban a la garrapata, que nos la pasaba a nosotros, estaban las zarigüeyas y los ratones. Pues bien: los ratones tienen una carga vírica muy alta, y las zarigüeyas muy baja. Cuando la biodiversidad está repartida entre ratones y zarigüeyas, la carga patógena media en las garrapatas que parasitan ambas especies es más baja que cuando desaparecen las zarigüeyas porque nos hemos cargado su hábitat natural. Desde este momento, los ratones transmiten la enfermedad de Lyme de forma mucho más directa y efectiva. Ahí te has quedado sin ‘dilución de la carga vírica’, y estás ante un nuevo brote con alta incidencia en humanos. ¿Cómo afectan las condiciones sanitarias de un mercado, por ejemplo, en la capacidad de contagio de un animal que venden allí? A los animales les pasa lo mismo que a nosotros. Si a ti te tienen metido en una jaula, te transportan 800 kilómetros y te dan de comer mal, y te hacinan, y te tienen así varios días hasta que por fin te venden para que te coman, tú has estado unos cuantos días estresado y tu sistema inmune baja, de manera que tu carga vírica sube. Esto no solo pasa con el coronavirus. Siempre pongo el ejemplo del herpes zóster: virus que tenemos y que, cuando el sistema inmune está bien, ni nos damos cuenta, pero en cuanto baja y aumenta nuestra carga vírica, se desarrollan los síntomas y nos convertimos enSu investigación aborda los impactos de los cambios climáticos en los ecosistemas terrestres, y durante la pandemia ha lanzado una serie de vídeos y artículos tremendamente llamativos, poco habituales en la prensa. Su punto de vista es macro: su premisa es que el virus es parte del ecosistema. Dice que el coronavirus puede ser el prólogo de lo que se nos viene encima si no cambiamos sustancialmente nuestra relación con la naturaleza.
En este sentido, se habla del pangolín como ‘culpable’, pero me parece que se crea una imagen errónea, porque en esa ‘culpa’ sería fundamental la acción humana con esos animales. ¿Me equivoco?
